jueves, 26 de mayo de 2011

EVALUACIÓN PSICOPATOLÓGICA


Y en estos últimos día ya fuera de horas, y de toda planificación, he podido disfrutar pasando pruebas a niños con lo que se presuponen problemas en principio educativos... he disfrutado y estoy aprendiendo bastante, espero poder disfrutar en el segundo practicum un poco más de este terreno, aunque ya se sabe es complicado por la responsabilidad y cuidado que requieren.

La evaluación implica a distintos sujetos y sistemas; la escuela, los profesores, el alumno, la familia y profesionales externos, representaba uno de los factores que dificultaba la tarea a realizar, porque hacía necesaria la coordinación entre los diferentes agentes implicados, y no siempre resultaba factible.

Así, por ejemplo, cuando se requería al alumno para acudir al gabinete a realizar pruebas de evaluación, estas tenían lugar en horario académico, implicando la necesidad de abandono del aula, lo que podía producir cierta frustración en el profesor responsable, al romperse la dinámica del grupo/clase y perder el alumno contenidos que el docente consideraba importantes. Éste aspecto que dificulta las tareas de evaluación psicopedagógica, se veía incrementado cuando la dinámica del aula estaba inmersa en la realización de exámenes o controles de contenido curricular, de manera que para evitarel malestar del profesor y del alumno, se hacía necesaria la reestructuración de la agenda de actuaciones prácticas, obligando a buscar nuevas opciones de coordinación entre el departamento de orientación, el profesor y la disponibilidad horaria de la tutora y el estudiante en prácticas.

He podido entre otras cosas profundizar en el uso del WISC‐IV, el cual a pesar de que no está construido específicamente para el trastorno que he trabajado TDHA, también la dislexia, la realización de sus pruebas da algunos indicios en sus indicadores; la actitud del alumno ante las diferentes pruebas, su impulsividad o atención, dan una información valiosísima. En general los alumnos con déficits atencionales puntúan bajo en Aritmética, Claves y Dígitos del WISC. Estos factores son los que agrupa Kaufman (1982) bajo el nombre independencia a la distracción y pueden ser un indicador de la presencia del trastorno.

Tener capacidad de reflexión no sólo me he permitido identificar aspectos que dificultaban la puesta en práctica de la evaluación psicopatológica, también al realizar evaluaciones a alumnos con TDAH, permite comprobar que se requiere un esfuerzo añadido para obtener nuevos conocimiento con los que ampliar las competencias.

Para obtener éstos nuevos conocimiento, además de consultar apuntes, artículos o bibliografía relacionada con el tema como la publicación de la Dra. Anna Sans (2008), he podido participar en dos conferencias que abordaban el TDAH.

Por todo esto y por el semestre en general, estoy enormemente agradecida al departamento, ha sido una gran experiencia.

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