viernes, 6 de mayo de 2011

TEST TECNICAS DE ESTUDIO 5º Y 6º PRIMARIA


El colegio, la clase, el estudio son parte de la vida de los alumnos. Una parte que a veces resulta difícil, aunque no tiene por qué serlo. Sobre todo difícil cuando el alumno no marcha del todo bien y caen sobre él las críticas. Incluso cuando el alumno marcha bien en las cosas de la clase y del estudio es a costa de realizar un esfuerzo a veces excesivo que acaba pagándose.

Con el programa «Estudiar, sí ¿Pero cómo?» y la evaluación mediante test de las técnicas de estudio aplicadas por los alumnos de 5º y 6º de educación primaria, se buscaba conocer sus hábitos y pautas en las tareas académicas con objeto de potenciar aquellas apropiadas a la misma y aplicar otras que corrigieran las potencialmente deficitarias o erróneas, pretendiendo con su corrección se obtuvieran mejores resultados y les quedara a los alumnos más tiempo libre. La mayor parte de los problemas de la clase y del estudio no vienen de que los chicos y chicas sean torpes; muchas veces tampoco vienen de que los chicos y las chicas no trabajen. La mayor parte de estos problemas surgen de dos cosas: o porque se organizan mal o porque, aunque trabajan, no saben bien cómo hacerlo.

Para ayudarles a solucionar el primero de los problemas, el de organizar su trabajo con el esfuerzo apropiado, se les facilita la «Agenda del estudiante», motivándoles a llevarla actualizada para que noten cómo progresan. Para ayudarles a solucionar el segundo de los problemas, el de cómo hacer las cosas, se pensó en la guía «Cómo estudiar» preparada para entregar a los alumnos de 5º y 6º durante el proyecto. Y es que casi todos los chicos y las chicas estudian. Pero la manera de estudiar que tienen no suele ser la mejor. Y lo más grave es que han aprendido muchas cosas, pero «no han aprendido a estudiar o a trabajar», no basta colocarse delante del libro o del cuaderno para saber hacerlo. En la guía se les explicaba cómo hacerlo, para lo que se les ofrecía la ayuda del tutor y de los profesores, motivándoles a que contaran también con el apoyo de sus padr

Aprender a estudiar no es cuestión de un día: no basta con que los alumnos se lean la guía para saber estudiar. A estudiar y a trabajar se aprende poco a poco. Por eso no debían tratar de ponerlo en práctica todo de golpe, pero sí poco a poco. Así irían perfeccionando su técnica de trabajo, y al cabo de poco tiempo, comprobarían cómo con menos esfuerzo rendían muchísimo más.

Para empezar, en una primera evaluación realizada en el aula el 6 de octubre de 2010, se comprobó las técnicas de trabajo cumplimentando el «Cuestionario de autoevaluación: Técnicas de trabajo intelectual». El resultado indicaba cómo era el trabajo que realizaban los alumnos y qué necesitaban mejorar (apéndice XXI). Transcurridos dos meses desde la primera evaluación en el aula, se procedió a una segunda evaluación el 9 de diciembre de 2010 para comprobar su evolución.

Los gráficos muestran que los alumnos conocían en un porcentaje elevado cuáles son las técnicas de estudio apropiadas, pero necesitaban realizar algunas modificaciones. A pesar de que se observa la necesidad de corregir algunas pautas, la evolución durante el primer trimestre sufrió sólo una leve mejoría, del 5% para los alumnos de 5º y de 4% en los de 6 de educación primaria.

Debe considerarse que los datos son resultado de un estudio descriptivo. Como mucho se limitan a valorar la correlación existente entre determinados factores catalogados como técnicas de estudio «apropiadas» y las pautas aplicadas por los alumnos evaluados. No existen otros estudios o evaluaciones con los que poder comparar los resultados de intervenciones concretas utilizando grupos de referencia como grupos de control.

Los resultados del presente trabajo no son valorables a nivel experimental y será necesaria una evaluación continua a lo largo de un período de más cursos escolares para poder ver si éstos son o no satisfactorios, es decir, comprobar si realmente la aplicaciónde las técnicas de estudio permite a los alumnos obtener mejores resultados con un menor esfuerzo.

Destacar como primordial para su puesta en práctica y obtención de los mejores resultados, la necesidad del trabajo dentro de un modelo colaborativo, en el que los padres están llamados a desempeñar un papel destacado en la participación de losprocesos de enseñanza/aprendizaje desde la perspectiva sistémica y el constructivismo que han de ser los pilares sobre los que se diseñe y desarrolle este modelo.

Cómo educar en un buen uso de la televisión

La responsabilidad de lo que ven y entienden los niños en la televisión de casa es básicamente de los padres. Por este motivo, hay que marcar unos tiempos de visión, enseñarles a escoger y acompañarles; así se les puede ayudar a entender los límites entre la fantasía y la realidad, a filtrar los valores que se trasmiten y a estimular su capacidad crítica. Conviene buscar alternativas al consumo de la televisión: jugar, leer, explicar cuentos, hacer deporte, visitar amigos.

Los datos gráficos sobre la encuesta del uso y horario que los alumnos de 5º y 6º de primaria ven la televisión, ilustran con claridad uno de los posibles factores de riesgo por el que pueden presentarse dificultades y bajo rendimiento académicos, «el tiempo invertido en ver la televisión».

A las cuestiones de si ven la televisión al levantarse por la mañana, antes de ir al colegio, el 45% de los alumnos de 5º y el 65% de los alumnos de 6º de educación primaria contestaron afirmativamente. Su porcentaje de visualización por la tardees igualmente elevado, especialmente entre los alumnos de 6º de educación primaria, con un 88% de alumnos, lo que permitiría explicar por qué algunos de ellos al manifestar que ven la televisión más de tres o cuatro horas al día, se veían imposibilitados de finalizar las tareas escolares que debían realizar en casa. Finalmente, los elevadísimos porcentajes de alumnos que visualizan la televisión por la noche y especialmente el horario de los programas de los que manifestaron ser consumidores, explicaría por qué muchos de ellos presentan cuadros de apatía y cansancio en el aula, con constantes bostezos y dispersiones de la atención.

«La regla de oro para el correcto uso de la televisión sería»: Mantenerla apagada a la hora de las comidas, evitar que les quite horas de sueño, no disponer de un aparato en su habitación y no considerarla como un canguro. No hay que permitir que los niños hagan los deberes con la televisión encendida. Sin importar cuánto se esfuercen, no son capaces de ignorar lo que está sucediendo en la televisión. Es importante que aprendan cómo estudiar y que lo hagan en un ambiente que apoye unas buenas costumbres de estudio.

Hacer los deberes frente al televisor refuerza malas costumbres de estudio. No olvidar que los niños tienden a imitar a los adultos, también con respecto a la televisión.



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